Ningún producto
Estos precios se entienden IVA incluído
Un leñero es un lugar donde se guarda la leña. Tradicionalmente, la leña se guardaba en los exteriores, protegida, en ocasiones, bajo techos que podían ser de hojalata o de madera.
Actualmente, los leñeros han sufrido transformaciones y han pasado a ser, en ocasiones, auténticas obras de arte.
Y es que un leñero puede formar parte de la decoración de los exteriores de una casa y dar un muy buen servicio.
Podemos encontrar leñeros con puertas, leñeros estilo baúl que puede servir también como asiento adicional en tu terraza, los hay de mayor tamaño asemejando forma de cabaña, etc.
La mejor forma de proteger la leña en épocas húmedas es poner en el suelo un plástico antes de apilarla. También es muy aconsejable cubrir la leña una vez acomodada con otro plástico por encima, de esta forma la leña no va a coger ni la humedad del suelo ni la humedad del ambiente o por lluvia.
Otra forma de proteger la leña apilada en exteriores es guardarla en un leñero. Estas estructuras las podemos encontrar en el mercado con puertas o sin ellas. También de diferentes tamaños y estilos, pero todos ellos nos van a ofrecer el servicio que necesitamos, que es proteger la leña de la humedad.
En primer lugar, es muy importante que el lugar en el que se va a apilar la leña esté nivelado para evitar que la leña caiga por la propia inercia de la gravedad.
Sobre una superficie nivelada la madera estará estable y no saldrá rodando.
También es importante tener en cuenta que la altura de la pila no sea superior a 1 metro con 30 cm, puesto que se puede desplomar.
Otro dato importante es que al apilar la leña dejes pasos de aire para que no se pudra por falta del mismo.
Para evitar que la humedad penetre la madera también la puedes tapar de forma que permitas que haya una pequeña ventilación.
La mejor época del año para hacer el corte de la leña es en el invierno, puesto que es en esta época del año cuando la madera está menos húmeda y permite que sea almacenada durante más tiempo.
Tras el corte y el almacenamiento, la madera precisará de un tiempo para secarse y perder la humedad y este tiempo puede rondar entre los 6 y los 8 meses.
También hay quien dice que la mejor época es cuando la luna está en fase luna nueva y cuarto menguante, puesto que es cuando la sabia se concentra en las raíces y el tronco tiene menos líquido y menos humedad.
La leña, de forma general, se suele talar en los meses de primavera, menos cuando los árboles son de hoja caduca que se talarán en invierno. Después de ser talados la leña precisará entre 6 y 8 meses para secarse, aunque este dato dependerá del clima que haga en la zona donde se ponga a secar.
Para obtener un secado más rápido es bueno que la leña se aisle tanto del suelo como de la humedad del aire.
A la hora de apilarla el encastillado deberá realizarse de tal manera que la circulación del aire entre los palos sea posible para facilitar el secado.
El mejor sitio para guardar la leña es, sin duda, un leñero, puesto que en él va a estar aislada tanto de la humedad del suelo como de la humedad del ambiente o de la lluvia y la nieve.
Los leñeros los podemos encontrar con puertas para garantizar un correcto cerramiento, o sin ellas y, en este caso, será aconsejable que la leña se apile poniendo previamente sobre el suelo unos plásticos que la aíslen de la humedad del suelo.
Una vez apilada también será aconsejable que la leña se cubra con más plásticos que la protejan de la humedad del ambiente y de la lluvia, eso sí, teniendo en cuenta que ha de pasar el aire para que la leña no se pudra.
La leña de eucalipto es más blanda que otras maderas como puede ser el aromo, pero es una buena opción como leña puesto que es fácil de encender y el fuego se produce rápidamente, además de ser muy caliente.
El eucalipto genera chispas al quemarse y su llama puede ser alta, lo que puede ser muy beneficioso para las barbacoas, por ejemplo.
La madera de pino también arde con facilidad y es muy adecuada para hacer fuego rápido y con buena llama, consiguiendo calentar rápidamente estufas o chimeneas. Se trata de un tipo de leña que se consume rápidamente.
Hay dos cosas que puedes hacer si quieres que la leña se seque rápido:
Una es dejarla en un lugar donde le de el mayor tiempo posible el sol.
La otra es procurar que donde esté aplicada o amontonada reciba una buena circulación de aire.
Cuanto más seco sea el lugar donde se apile la leña mucho mejor, así que procura que esté bien protegida de la lluvia y de nevadas.
Si la leña está bien resguardada y bien ventilada podrá estar bien seca en un periodo de 6 a 8 meses, aunque todo dependerá de las condiciones climatológicas del lugar.
Depende de lo que estemos buscando al cortar la leña.
Si lo que buscamos es tener trozos de madera adecuados para poner en una estufa o en una chimenea, sin duda los beneficios van a ser muy altos puesto que cuando la necesites la vas a tener perfecta para ser usada directamente. También la vas a poder apilar mucho más cómodamente.
Por otro lado, si lo que pretendes cortando leña es conseguir un cuerpo más definido, cortar leña te va ayudar a desarrollar los músculos estabilizadores y de potencia. Además, vas a aumentar la fuerza de agarre, la potencia de rotación y vas a entrenar a tus músculos para que trabajen juntos.
La cantidad de leña que vamos a necesitar para pasar el invierno va a depender mucho de la zona donde vivamos. No será necesaria la misma cantidad de leña si vivimos en una zona del sur de España donde el número de días fríos es relativamente bajos, que si vivimos en la zona norte de España donde el porcentaje de días fríos y húmedos es mucho mayor.
Si eres principiante en esto de comprar leña para pasar el invierno, te aconsejamos que te informes y hables con personas que ya tengan experiencia como pueden ser los propios vendedores de leña, ellos te van a orientar adecuadamente.
Siempre es una gran solución instalar un leñero exterior para proteger la leña que necesitamos en invierno para nuestra chimenea. Se trata de una solución decorativa para tu hogar y tu madera. Dos en uno ¿qué más se puede pedir?
Hay un dicho: “nos acordamos de Santa Barbara cuando truena” y es muy cierto. Va pasando el tiempo y pensamos, tengo que proteger la leña para cuando llegue el invierno y los días de frío, tengo que ordenar ese rincón porque está todo desastroso, …..
Y es que parece que el lugar donde se guarda la leña puede esperar, mañana lo hago, y así va pasando el tiempo, se nos viene el invierno encima y con él los días lluviosos, la humedad y el frío y es entonces cuando nos acordamos de lo bien que nos hubiera venido tener todo bien organizado y la leña protegida.
Así que, si eres de las personas afortunadas que tienen una chimenea o una estufa en casa, estas palabras son para ti. Y si estás pensado en unirte al club de los afortunados, empieza haciendo las cosas bien desde el principio porque dicen que persona precavida vale por dos.
El invierno es largo y, si vives en una vivienda donde haya una estufa o una chimenea, vas a tener que ir almacenando leña para mantener la casa con una temperatura agradable.
La cantidad que vas a necesitar es importante y tan necesario es tener la leña que usar como un leñero exterior donde organizarla correctamente y protegerla alejándola de la humedad y de la lluvia.
Está claro que necesitamos un lugar donde proteger la leña y donde tener un orden y, a la hora de elegirlo, también tenemos que tener claro una serie de consideraciones antes de elegir un determinado modelo:
⭐ Las medidas: es evidente que, antes de elegir un leñero exterior, necesitamos saber el espacio del que disponemos para instalarlo para que el resultado sea ideal. Ten claro donde vas a ubicarlo y las medidas exactas para cumpla la función para la que ha sido instalado.
⭐ Cubierto o descubierto
Si lo que pretendemos es proteger la leña, un leñero exterior cubierto es la mejor opción, sobre todo en territorios donde es frecuente que llueva o que nieve. También es importante, si se puede, que tengan soporte bajo, porque este va a evitar que la leña esté directamente en contacto con el suelo.
⭐ El tamaño de la leña
Dependiendo del tamaño de la leña que puedas o quieras tener, necesitarás un tamaño de leñero exterior u otro. Ten en cuenta que no se puede quemar el mismo tamaño de leña en estufas que en chimeneas, por lo tanto, vas a necesitar un leñero de unas dimensiones u otras según el sistema de calefacción que tengas.
Otro dato importante es tener en cuenta que no siempre la leña tiene el mismo tamaño, si no que, en ocasiones, puede variar de forma considerable.
Un leñero exterior es algo más que un mueble extra en nuestro jardín, también nos proporciona una serie de ventajas que te vamos a enumerar:
✅ Mejora la limpieza de nuestra terraza o nuestro jardín ya que tiene la capacidad de guardar tanto la leña, como los residuos de leña no quemada que suelen ensuciar los alrededores, con los leñeros estos espacios estarán totalmente limpios.
✅ Ahorran espacio ya que cuando la leña está ordenada, ocupa mucho menos que cuando está amontonada sin orden alguno.
✅ Mantiene la leña guardada y ordenada
✅ Mejora la estética del jardín ya que el espacio está ordenado de forma original que otorga una gran personalidad al entorno exterior dándole incluso un toque decorativo a ese lugar.
Hay diferentes tipos de leña perfectos para quemar tanto en chimeneas como en estufas y son estos que te vamos a detallar:
Este tipo de leña es la que se describe como ramas que no son muy gruesas y que se rompen fácilmente. Para identificar de forma rápida este tipo de leña, se puede decir que son las ramas pequeñas que están en la parte baja de los árboles y que chasquean al doblarlas rompiéndose fácilmente.
Es importante que estas ramas no estén verdes porque, en ese caso, no arderán de forma correcta.
Este tipo de leña son ramas más gruesas que las que se consideran de primera clase y son el paso intermedio entre el fuego inicial y el permanente de la fogata.
Si quieres hacerte una idea de cual es el grosor del que estamos hablando, junta los dedos índice y pulgar formando un círculo ¿ves el grosor que resulta?, pues ese es el que se considera de segunda clase.
También debes asegurarte que esté completamente seca para que arda bien.
Se trata de los troncos más grandes, los que dan soporte a la estructura y los que permiten que el fuego tenga una gran duración. Este tipo de leña, normalmente, no son ramas, así que su grosor es mucho mayor que las ramas de primera y de segunda clase.
Es la base de cualquier fuego que sea controlado. Sus características garantizan que el fuego se encienda rápidamente al acercarle una cerilla o cualquier otro elemento de fuego.
Esta hojarasca está formada por ramas pequeñas delgadas. Puede tratarse de maleza, de corteza de árboles, hojas de papel o cartón, etc.
También puede servir las hojas y el pasto, aunque es bueno decir que estos se consumen rápidamente y no ayuda a incendiar la leña más gruesa.
Al igual que todo lo comentado anteriormente, la hojarasca ha de estar completamente seca puesto que, de lo contrario, no arderá fácilmente y tendrás que perder mucho tiempo y hacer mucho esfuerzo en la tarea de encender tu chimenea o la estufa.
En Hobycasa te invitamos a descubrir nuestros leñeros de exterior y te recomendamos también que descubras nuestras secciones de armarios de jardín y muebles de jardín
Videos
GUÍAS TÉCNICAS